-¿Por qué lo dices? Yo tambien te quiero.
-Y yo.
-¿Por qué lo dices ahora?
-Porque lo siento.
-¿Y hace un rato no?
-A ver, te quiero ¿vale? Te voy a querer siempre que no te lo diga
-Ya. Yo si que te quiero.
-Te quiero, te prometo que te quiero.
-¿De qué sirve que me lo prometas? ¿Si me quieres no me vas a defraudar no?
-Nunca te defraudaría. Porque te quiero.
-Entonces…¿Si un día no me quieres lo sabré porque me habrás defraudado?
-Esto… Si. Creo que si.
-¿No estás seguro?
-Si.
-Si, no estas seguro.
-No, que si, que si estoy seguro.
-Yo no puedo quererte asi, entre dudas.
-No digas tonterías mujer, sabes que te quiero.
-Si, ¿pero lo sabes tú? No es normal esto: querer tanto.
-Yo no te quiero ni tanto ni poco, te quiero en su medida, completamente.
-No podemos seguir asi. Con este amor sin límite. ¿no ves lo inseguro que es no ver cuando acaba?
-Pongámosle un final entonces.
-Te quiero hasta la muerte.
-¿La de quien?
-La de ambos.
-Osea, que si yo me muero y tu no, me dejas de querer. Ipso facto. Pues vaya amor.
-Mujer, no seas tan quisquillosa que ya apenas sé de que hablamos.
-Pues no es tan complicado. Te quiero, así de simple.
-Y yo te quiero a ti.
-¿Y si te mueres?
-Te seguiré qu….. pero bueno ¿qué más da? Si estaré muerto.
-Ay….Eres maravilloso.
Se besaron como nunca y durmieron cada uno en su lado de la cama.
*
"Amar es dar lo que uno no tiene. Por lo que tiene que haber alguna persona dispuesta a recibir lo que no hay"
Un poeta.
1 comentario:
Sigues en forma con lo cómico. Y ya llevas a Monzó dentro. Saludos, Le Golffo. ¿A menudo te han echo este horrendo juego de palabras? Un abrazo. Te leo.
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