Atrapado en Torremolinos.
La rueda del autobus se queda atascada en una zanja y hago autospot con un rumano que habla alemán hasta Antequera. Por el manos libres, hablamos con su exmujer.
Echo de menos el cariño de una novia que tuve: es cómo un gran agujero negro en mi vida, la veo en medio, de pie, sonriéndome.
Agradezco todas las personas nuevas, y las épocas de cambio. Sopla un viento suave sobre la tristeza.
Espero que el médico diga que no tengo nada.
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