martes, 29 de septiembre de 2009

Recodatorio

29 de Septiembre.

También recordar este día. Dos días seguidos, iguales de importantes, que de alguna manera, tengo que esforzarme por conmemorar. Ya sé lo qué haré, haré una bolsa para meter ahi algunas cosas. Hoy es el nacimiento de un amigo, mi santo (y soy ateo gracias a Dios), y...

Una de las noches más mágicas de mi vida. Puede que haya otro curso,

Ha sido un placer escucharle. Más de una vez quise que la emoción terminara de vibrar en sus ojos limpios y al verle hacerlo, sentirme libre de llorar. Pero ¿me proyecto? Tengo yo también la costumbre de proyectarme en quien tengo delante? Tendré que vigilarlo. Quería llorar por muchas razones, llamar la atención es una de ellas. Lo reconoczco, y sin embargo me habría gustado llorar cómo quien quiere sellar un momento, marcarlo, autentificarlo, llorarlo para que conste, porque por algún lado tiene que salir, tanta gratitud al oirle contar todas esas historias, fascinado.

Al verle tan abierto, cómo un regalo. Tanta enseñanzas sin ánimo de enseñar... Un enorme bebé que te habla de su vida...me sentía orgulloso de estar allí.

"Se acaban los opuestos." Es una dinámica... que ocurre en todas partes...." "Me gustaría que hubiera un curso..." "ver respirar las hojas..."

Sus vivencias, cómo historias de cuentos de hadas, tocaban la nota adecuada, y no he parado de buscar una palabra y tiene que ser gratitud, por formar parte de aquello.

Tengo que recordar: vencer los miedos, cómo él en la casa y la chimenea de bronze y las cadenas.
Tengo que recordar: el empeño, por no permitir una sóla cosa salvo: concentración.
Tengo que recordar: lo mal que estaba, a punto de volverse loco, y entonces: no dispuesto a sufrir más.


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